Con las vacaciones ganamos todos (sí, también la empresa para la que trabajas)

En la sociedad de la sobreproducción, parar de vez en cuando es clave para poder seguir el ritmo

 

 

 

Vacaciones y empresa: cómo beneficiarse todos

Ay, las vacaciones de verano. Tres palabras que encierran el secreto de la auténtica felicidad y que han sido motivo de exigencia por parte de las clases trabajadoras durante décadas. Sin embargo, ahora que por fin se ha conseguido ese triunfo, parece que en ocasiones nos da pudor pedirlas e, incluso, hay quienes las siguen relacionando con la ociosidad y la holgazanería. Pero nada más lejos de lo que debería de ser porque las vacaciones, además de una necesidad básica para todo el mundo, son también una de las claves para ser productivo algo que, como parece lógico, repercute positivamente en la propia compañía. “Los períodos de descanso son esenciales para mantener un alto rendimiento laboral sin quemarse. Hay muchos estudios que están investigando cómo impacta el descanso, la desconexión y el sueño en nuestro rendimiento laboral y, por supuesto, en la salud. Todas estas variables están conectadas con los periodos vacacionales”, explica Eliana Oliveros, coach en bienestar laboral y CEO de Kamuk.

 

“Los trabajadores que se van de vacaciones muestran mejoras significativas en su capacidad para concentrarse y en su creatividad. Al estar más descansados y menos estresados pueden trabajar de manera más eficiente, lo que no solo mejora su rendimiento individual, sino que también contribuye al éxito general de la empresa. He constatado en no pocas empresas cómo hay trabajadores que tienen pendientes vacaciones de años anteriores. Ya sea por requerimiento de la compañía, mala organización empresarial o por adicción al trabajo, son prácticas que a la larga impactan negativamente en la propia empresa ya que generan malestar entre compañeros, burnout y bajas laborales”, dice la experta.

 

Por su parte, Enrique Baleriola, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), asegura que desconectar tiene beneficios tanto mentales como físicos, independientemente del trabajo que se tenga. "Las vacaciones son cruciales para el trabajador porque permiten un descanso necesario de la rutina y el estrés que provoca el trabajo", apunta. Además, no sirve cogerse un fin de semana largo, porque nuestra mente necesita varios días para desacostumbrarse a pensar en el trabajo y cambiar el chip por completo. "Es muy difícil desconectar del trabajo y conectar con el descanso de un día para otro, aunque te vayas al otro lado del mundo; por lo tanto, hay que ajustar nuestras expectativas para no frustrarnos”. Entonces, ¿cuánto tiempo sería lo más recomendable? “No hay una única respuesta, puesto que dependerá de la persona, el sector en que trabaje, su responsabilidad dentro de la empresa y el contexto. No es lo mismo vivir en una ciudad donde hace mucho calor que en un pueblo de montaña donde las temperaturas son más agradables”, ejemplifica.

 

Las vacaciones, una inversión para la empresa

Aunque hay una tendencia que ha ido cambiando en los últimos años, todavía hay empresas que valoran y refuerzan que sus empleados trabajen fuera de su horario laboral y se conecten en sus vacaciones. Pero reforzar este tipo de conductas y validarlas en la filosofía de la empresa solo genera más agotamiento a los trabajadores y, al contrario, las compañías que impulsan los períodos de descanso, acaban por beneficiarse en múltiples aspectos. “Los trabajadores que se van de vacaciones suelen regresar con una perspectiva renovada y con mayor capacidad para resolver problemas y tomar decisiones. Además, al estar alejados del entorno laboral y de las presiones constantes, podemos revertir temporalmente los efectos negativos del estrés. Esto no solo mejora la salud y el bienestar general de nuestros colaboradores, sino que también disminuye las bajas laborales y los costes asociados con problemas de salud. En mi experiencia como consultora y coach en bienestar laboral, he observado cómo los equipos que practican una buena gestión del tiempo de descanso logran alcanzar sus objetivos con mayor eficiencia”, comenta Oliveros.

 

“Además, un entorno laboral que valora el descanso y el bienestar de sus empleados puede atraer y fidelizar a profesionales excepcionales. Las empresas que promueven un equilibrio entre la vida laboral y personal son vistas como compañías más deseables, lo que reduce la rotación de personal y los costes relacionados con la contratación y la formación de nuevos empleados. Aunque las vacaciones implican una pausa temporal en la actividad laboral, los beneficios a largo plazo superan con creces cualquier inconveniente. Mi experiencia trabajando con organizaciones de diversos tamaños ha demostrado que invertir en el bienestar de los trabajadores, incluyendo sus vacaciones, genera retornos significativos en términos de productividad, implicación y lealtad”, añade.

 

No, no eres imprescindible

Las cosas como son, nadie es (ni debería creerse) imprescindible en una empresa. Y, la verdad, mucho mejor, porque ser imprescindible es una carga demasiado grande, así que a todos nos interesa trabajar para ser sustituibles. Por este motivo, si te vas de vacaciones el trabajo seguirá saliendo adelante y nada trágico sucederá. “Todas las compañías deberían implementar políticas que apoyen el equilibrio entre la vida laboral y personal, lo que incluye respetar y promover el disfrute de los días de vacaciones, impulsar una cultura que valore el descanso, la desconexión y el bienestar así como trabajar por tener una organización preparada para que cualquier persona, independientemente de su puesto, pueda tomar vacaciones sin sentirse mal. Debemos tener en cuenta que todas las personas son necesarias pero nadie es imprescindible. Todo el mundo puede coger días de descanso. De hecho, si hay alguien en nuestra empresa que no puede irse de vacaciones tenemos un problema”, advierte Oliveros.

 

Y lanza un último consejo. “Eso sí, no debemos apostarlo todo a las vacaciones. ¿No te ha pasado que, justo cuando tocaba descansar, enfermas? Escuchar a nuestro cuerpo, mantener buenos hábitos de desconexión y sueño diarios y durante los días de descanso es fundamental. Y es que no hay que olvidar que hay personas que experimentan un mayor estrés durante las vacaciones”.